Así inicio la apertura del Festival Iberoamericano de Teatro en Bogotá, bajo la lluvia, más de 2.000 artistas pretendían cautivar a los espectadores con sus llamativos disfraces y acrobacias.
La lluvia llego cuando el desfile inició por la carrera séptima, los chamanes quienes encabezaban el desfile invadieron la calle con su olor a tabaco y rituales los cuales pretendían evitar la lluvia durante el desfile, objetivo que no se logro, iban acompañado por un llamativo artista que se robo las miradas de los espectadores disfrazado de chaman quien llevaba en su cabeza un atuendo compuesto de una máscara de Leopardo, una cara de chaman y una culebra de vistosos colores. Los espectadores con sus aplausos y gritos pretendían animar el evento, pero la lluvia lograba sus estragos, las plumas caídas, el maquillaje corrido y los instrumentos musicales mojados eran las consecuencias de un sacrificio hecho para no decepcionar a todos los asistentes. Mojados, y con el frio corriendo por todo sus cuerpos los artistas seguían con su sonrisa en el rostro y caminando hasta el final, una meta que tenían plasmada en sus mentes desde el inicio del evento.
Sin haber finalizado la presentación los espectadores se volcaron hacia la carrera séptima para lograr ver mejor el espectáculo, esto debido a la cantidad de sombrillas e impermeables que usaban para protegerse de la lluvia.
Solos o en grupos los espectadores iban abandonando la carrera séptima porque ya no soportaban mas el frio y la lluvia, y de esta manera daban como concluida la apertura del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá.
David Robles
Estudiante de comunicación social
Unipanamericana
Bogotá Abril 2012
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